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PSICOSIS EN LOS CÁRMENES.

PSICOSIS EN LOS CÁRMENES

Cuán plácida se presumía la noche en el templo rojiblanco. El rival, además, se prestaba a priori a un encuentro en el que tanto equipo como afición disfrutarían. Todo sobre el papel.

Comenzado el encuentro y se comenzaba a intuir que la película sería de terror. El Alcorcón salió a jugar, y jugó muy bien. Valiente y sin miedo a perder. Puso ganas, intensidad, coraje, convicción, ímpetu e ilusión. En cambio los de Alcaraz, no fueron si quiera una triste sombra de sí mismos. Difícil de entender, más aún de encajar. Como si al vestuario le resultase incómoda esta segunda competición, como si quisiera deshacerse de la Copa del Rey cuanto antes.

Los Karnezis; Nyom, Diakhaté, Murillo, Benítez; Coeff, Fatau (Yebda 102’), Recio; Pereira (Piti 54’) Buonanotte (Riki 54’) e Ighalo no quisieron jugar. Actitud lamentable del equipo, que no del técnico. Lucas sacó un once que debiera haber podido solventar la eliminatoria, además de tratar de reactivar el equipo con los cambios. Cabe recordar que el Alcorcón jugó con ocho jugadores diferentes respecto a la última jornada liguera. Dolorosa realidad.

El club anduvo ‘fino’ regalando alrededor de 8000 entradas. Aunque finalmente ‘solo’ 12356 espectadores acudieran al partido. No llega al 54% del aforo total de Los Cármenes. Lógico visto lo visto en casa las dos últimas temporadas. El trasfondo real del problema es que la plantilla como local no ilusiona.

Para entenderlo basta con comparar el concepto con la temporada en Segunda División. Se perdían muchos puntos fuera, pero en casa se amarró casi todo. La afición no pide ganar a todos en casa en Primera División, pide sensaciones como local que a día de hoy brillan en su ausencia. ¿Qué le pasa al Granada en casa? Pregunta para el vestuario.

Un amigo recordaba ya de madrugada a quien alguno más echaría de menos, Manolo Lucena. Él podría contarle al vestuario la historia de la rojiblanca horizontal. La afición se fue desencantada, siendo el esperpento de anoche nítido ejemplo de falta de respeto de un equipo a su afición y al escudo.

Arbitraje al margen, pues en el 0-1 hay falta de Verdés sobre Diakhaté y en la segunda parte una mano clara dentro del área de un defensor del Alcorcón que debió haber sido sancionada con pena máxima.

Por la imagen, el jugador del Alcorcon se apoya en Diakhaté de manera clara en el 0-1. Foto: Pablo Domínguez (@PabloDgzRg).
El balón golpea de manera muy clara en el brazo del defensor alfarero, debió ser penalti que el colegiado no señalo. Foto: Pablo Domínguez (@PabloDgzRg).

Cobran ahora más relevancia Fran Rico, Iturra y Brahimi. Componen el corazón de la plantilla. El once habitual ha demostrado estar a la altura de la categoría hasta la fecha. En cambio el plantel de ayer se cubrió de gloria, como para que le reclamen más minutos a Lucas, quien anoche fue el único que se salva del esperpento.

En condiciones normales, el Real Madrid esperaba a la vuelta de otra eliminatoria. Digno de ver el enfado de Quique Pina… interesaba mucho hacer caja por una segunda visita del Madrid. Ahora llega la Real Sociedad el próximo sábado. Una victoria frente a los donostiarras sería balsámica. La afición solo pide compromiso. ¿Volverán a faltar ganas?

AUTOR: PABLO DOMÍNGUEZ

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