CURRO SEGURA DICE ADIÓS Y AGRADECE EL APOYO A TODOS.
A PESAR DEL CALVARIO SUFRIDO DESDE SU LLEGADA AL CB GRANADA, CURRO SEGURA NO PIERDE LA ESPERANZA NI LA ILUSIÓN POR «UN NUEVO PROYECTO».
Hace una semana se supo que Curro Segura dejaría de ser el entrenador del CEBE, y desde el pasado lunes dejo de ejercer como tal, y ayer martes, en rueda de prensa quiso despedirse y dar las gracias a todo el mundo que ha apoyado al club en los trece meses que ha estado al frente de los nazaríes.
Comenzó explicando que su desembarco hace ya trece meses lo hizo con “toda la ilusión y el deseo de estar muchos años y tratar que el baloncesto granadino estuviera en el mejor nivel durante mucho tiempo. Desgraciadamente las causas económicas han provocado una situación poco deseable especialmente para los profesionales.”
El sentimiento del entrenador tras ser despedido por motivos económicos y no por su desarrollo laboral, aseguró producirle “grave tristeza por lo que me afecta en lo personal y mucho más porque es un paso de los que se están dando para la disolución de este club. No tiene nada que ver con el trabajo que se está realizando en la cancha. No he sido el primero en salir del equipo y espero ser el último y que el equipo termine de la forma más digna.”
Quiso expresar su “ilusión de que habrá un nuevo proyecto que nazca en la ciudad porque Granada quiere baloncesto y que sea serio y profesional. En granada hay políticos, empresarios, patrocinadores y aficionados que son motivo suficiente para creer en ellos”.
No olvidó agradecer el apoyo a nadie empezando por “los más de 300 niños de la fundación, entrenadores, monitores de cantera son la base que se merece esta ciudad. Dar las gracias a los patrocinadores que por pequeñas que sean las aportaciones han ayudado a que el club siguiera, a todos los medios que siguen al equipo por el apoyo en los peores momentos, a la afición por estar siempre en el equipo y conseguir que el equipo sacara fuerzas de flaqueza en los peores momentos, y hemos jugado con seis muchas veces gracias a ellos. También a los trabajadores del club. Al consejo de administración por la oportunidad de entrenar al equipo de mi ciudad y a todos los jugadores por su honestidad y a todo el cuerpo técnico que me ha aguantado todos estos meses, en momentos difíciles”.
Concluyó añadiendo que “han sido trece meses duros y bonitos con experiencias y sensaciones que no voy a olvidar, voy a seguir apoyando como un socio más y deseando que salga todo lo mejor posible, ahora cualquier aplauso y cualquier animo es para los que van a estar en la cancha”.
A su sustituto Miguel Zapata “desearle la mejor de las suertes, tiene una tarea difícil y ojala consiga el objetivo que podamos celebrar todos al final de temporada”.
En cuanto al turno de preguntas tras su exposición comentó en relación a las posibles mentiras y noticias erróneas que recibían, que él siempre ha dejado “claro en otras manifestaciones y los dirigentes saben de su propia voz que he denunciado que me vendieron el proyecto de una manera y fue de otra”.
Explicó que “me ofrecieron bajar mis emolumentos acepté, y ofrecí yo renunciar al sueldo de la temporada anterior para formar el cuerpo técnico en verano, incluso renuncié al contrato de este año para que no hubiera bajas en el equipo, y no ha sido suficiente. Me quedo con que si mí despido sirve para que algún jugador cobre un mes más hasta final de temporada habrá servido para algo, con lo cual, por mucho o poco que hayan ahorrado si sirve para que alguien cobre mucho mejor”.
Ante la posibilidad de haberse arrepentido por apostar por el equipo fue rotundo” No. Los entrenadores nos arrepentimos de decisiones técnicas en los partidos, pero en ningún caso de haber firmado el contrato, de aceptar el reto de salvar al equipo, de competir en la LEB, sino todo lo contrario orgulloso pero con pena que haya sido un momento económico tan complicado, pero he visto que en la ciudad se vibra con el baloncesto y tengo la esperanza que volverá a haber un proyecto de baloncesto”.
El momento de comunicarlo a la plantilla fue difícil, aunque antes se filtro en la prensa pero Segura tuvo que convivir un tiempo con la noticia y fueron “las peores semanas, saberlo y no querer que el equipo lo sepa, para estar tranquilos, entrenar medio bien y bueno, quise decírselo a ellos pero se supo antes”.
Entendió la misión de la administradora comentando que “Amelia Cuadros tiene la obligada y difícil misión de liquidar el club y ella solo ve números, y mira cómo ahorrar. Hasta el delegado ha hablado con los clubes para unir dos partidos y gastar lo mínimo”.
Con una fuerte ovación en sala de prensa se retiro el hombre que ha mantenido hasta el último instante la ilusión por el baloncesto en Granada y al que el deporte de la canasta por su entrega seguramente le tendrá reservado un espacio acorde a su gran capacidad de dirección.