Granada CFOPINIONPORTADA

TRIBUNA ALTA: «CAÍDA LIBRE», POR PABLO DOMÍNGUEZ.

Granada Club de Fútbol.
Sección de análisis y opinión del Granada C.F. en Granada Deporte por Pablo Domínguez, (@PabloDgzRg).

Se busca capitán para barco a la deriva. Razón: Granada Club de Fútbol. Esta es a día de hoy la realidad de un equipo que inició su andadura en la temporada fulgurantemente y que, sin embargo, ha entrado en una dinámica de caída libre de la que difícilmente logrará salir con la actual propuesta de su entrenador. El choque del pasado viernes dejó en evidencia la carente creación en fase ofensiva y lo costoso que resulta contener las envestidas del rival.

El resultado es algo más que sonrojante. Ya no por el hecho de haber sido derrotados por un rival directo en el último segundo de partido, que también, sino porque se iba a finalizar con empate estando capacitados para no especular ante oponentes que pugnan igualmente por la permanencia. Los de Paco Jémez, conscientes del Granada que iban a encontrar, propusieron generar fútbol mientras que los de Caparrós se ciñeron, una vez más, a un planteamiento de repliegue que recordó por momentos a la temporada pasada. El fútbol, que acostumbra a ser sabio, premió a quien trató mejor el balón.

Resulta cuanto menos curiosa la lapidaria afirmación del técnico rojiblanco: «Un punto en la alta competición es la leche». Esto de por sí implica cierto conformismo que a estas alturas es ciertamente alarmante. No vamos a descubrir ahora nada nuevo del estilo del actual inquilino del banquillo. Acaparar los espacios, trabajar para evitar errores y recuperar rápido para lanzar contragolpes es un método tan lícito como necesitado de resultados. La diferencia radica en que quienes más siembran, suelen recoger más y mejores frutos. La especulación, en cambio, hace que se esté a expensas de la diosa fortuna.

Por otra parte, no se percibe una línea recta y sí de vaivenes en lo que a las alineaciones respecta. No se comprende muy bien que El-Arabi y Córdoba se perfilaran como principales estiletes junto al descubrimiento de Succes y que, sin embargo, Ortuño -desaparecido el viernes- fuera titular. Rochina, que entró no se sabe bien si de refresco o de revulsivo, parecía erigirse como indiscutible en el centro del campo al inicio de la temporada. Este tampoco fue de la partida.

El despropósito post San Mamés va desde la propuesta puramente futbolística hasta las notables variaciones en los onces. En estas ocho jornadas el Granada no ha repetido ni una sola vez su once inicial. Bajo palos y la zaga sí parece ser más o menos reconocible. De ahí en adelante el bloque no presenta señas de identidad definidas más allá de Iturra y Fran Rico. El nítido modelo del sevillano, se difumina desde la derrota ante el Levante.

El Granada firma a Caparrós para crecer en intensidad, mordiente y pegada, siendo justamente lo visto durante las primeras jornadas. Sin embargo, en sus derrotas, el equipo ha adolecido de ésto. El parcial de diez tantos en contra por uno a favor encajado en estas jornadas es contundente. Se ha entrado en una dinámica de caída libre de tintes similares a los del tramo final de la temporada pasada. Tal vez sea pronto para alarmarse, es posible. Sin embargo la fórmula del de utrera comienza a ser cuestionable dadas las similitudes que se están dando respecto a cuando su Mallorca comenzó también en puestos de honor, para marcharse finalmente a Segunda División. La gran diferencia radica en que sobre el papel se cuenta con mejor plantilla y, afortunadamente, carece de problemas institucionales.

Todo ello conforma el caldo de cultivo ideal para que el conjunto nazarí acabe encontrándose a sí mismo y logre despegar. No es momento para perder la paciencia, tampoco para dormirse en los laureles: la ratonera de Ipurúa, la llegada del vigente campeón de Europa y el viaje a Balaídos ante un plantel que se perfila como una de las revelaciones, no augura victorias a corto plazo. Sólo la reacción rojiblanca puede enderezar la deriva en la que se haya inmerso el equipo.

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