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SEIS JORNADAS DE OSCURANTISMO EN UN GRANADA CF EN CRISIS DE JUEGO Y RESULTADOS.

LOS MALOS RESULTADOS, LA FALTA DE UNA BASE EN EL ONCE INICIAL Y ALGUNAS DECLARACIONES DE PACO JÉMEZ METEN AL CLUB PRESIDIDO POR JIANG LIZHANG EN LA PRIMERA CRISIS DE SU ETAPA COMO PRESIDENTE.

El Granada, único equipo junto a Osasuna que aún no conoce la victoria en Liga, vive su primera crisis tras la llegada a la presidencia de Jiang Lizhang, ya que el técnico Paco Jémez, con un contrato de tres años, no da con la tecla para hacer funcionar al equipo pese a los cambios que realiza cada jornada.

Dos empates y cuatro derrotas es el paupérrimo balance con el que ha comenzado la Liga un Granada que en los dos primeros encuentros se vio condicionado por la llegada tardía de refuerzos, pero que ya se ha quedado sin excusas para los malos resultados, sobre todo para el 3-1 recibido ayer en el feudo del Alavés, donde el equipo andaluz ofreció su peor imagen y dio varios pasos atrás tras varios choques en los que había experimentado una notable mejoría.

En su afán por hallar un once de garantías que interprete bien su manera de jugar, Jémez ha realizado cada jornada entre tres y cinco cambios en el once inicial del Granada en relación al anterior choque, revoluciones que también lleva a las citaciones, con jugadores que pasan de la titularidad a la grada o a la inversa.

Sin embargo, la sangría defensiva de un equipo que ya ha encajado quince goles y la incapacidad para llevar a cabo por los jugadores los planteamientos ofensivos del entrenador, están siendo letales para este Granada.

Las peculiaridades del entrenador cordobés también se han podido ver ya en Granada: para el partido ante el Betis no incluyó a centrales suplentes para la convocatoria y cuando expulsaron al portugués Rubén Vezo tuvo que colocar en la zaga a un medio, en Las Palmas cambió al brasileño Gabriel Silva en la primera parte tras haber fallado en un gol y ayer en Vitoria sustituyó al israelí Omar Atzili tras haberlo metido en el descanso.

Y es que, resultados aparte, Jémez no parece encontrarse cómodo en Granada. Al menos, eso se intuye por sus palabras, que en estos momentos de crisis deportiva pueden transmitir más nervios e incertidumbre que paz y sosiego a club, plantilla y afición granadinistas.

Antes del choque contra Las Palmas el técnico ya se quejó de que la tardanza a la hora de realizar fichajes estaba dando ventaja a los rivales del Granada, pero es que después, cada partido del equipo fuera de casa ha venido acompañado de alguna declaración altisonante, en muchos casos con la palabra cese o destitución sacada a relucir por él mismo.

«El club tiene que decidir si realmente cree que ésta es la idea o cambiar, a lo mejor lo que necesita el equipo es un cambio en el banquillo», dijo Paco Jémez tras la derrota ante Las Palmas, mientras que tras empatar contra el Betis explicó que fichar en el Granada era «el mayor charco» en el que se había metido como entrenador y que el proyecto que tenían previsto inicialmente no era el que finalmente se había hecho.

Anoche, tras la derrota contra el Alavés, comentó en Bein Sport que «seguramente esto desembocará en mi destitución, más tarde o más temprano, si no es en este partido será el siguiente o el siguiente», aunque siempre aclarando que él nunca se marchará.

Todo esto hace que el choque del próximo sábado contra el Leganés, antes de que pare la Liga y de que el Granada visite al Atlético de Madrid, se convierta en poco menos que una final para Jémez y los suyos pese a que el campeonato ha hecho poco más que comenzar. EFE.

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