ALIENTO PARA RESUCITAR
ARTICULO DE OPINIÓN DE PABLO DOMÍNGUEZ TRAS CONSUMARSE EL DESCENSO DEL GRANADA CLUB DE FÚTBOL.
Se consumó lo que a cualquier conjunto humilde le puede ocurrir en la élite del fútbol. El descenso a Segunda División es un revés a la ilusión rojiblanca pero, desde el corazón y como aficionado al Granada Club de Fútbol, soy de los que comienzan a levantarse sin llegar a haberse completado la caída. Es el momento de que la familia nazarí, que acude semana tras semana a Los Cármenes de manera incondicional, le de a su club el regalo más sentido de toda la temporada por una única razón: el corazón continúa bombeando sangre granadinista, siendo la que mantiene con vida a una entidad que precisa sentir con mayor vigor que nunca su vitalidad.
Estas líneas pretenden convocar al respetable para llenar el Nuevo Los Cármenes en el partido ante el Espanyol, el último de esta ‘época’ en Primera División. Probablemente muchos estarán hastiados, otros serán indiferentes e, incluso, habrá quien vea en este llamamiento algo absurdo, sin sentido e insustancial. Con todo, el Granada ha sido motivo de jolgorio en no pocas ocasiones, con dos hazañas para la historia incluidas tumbando a Real Madrid y Barcelona en años previos a coronarse como Campeones de Europa. Solo por eso, la entidad merece que se le insufle un aliento de esperanza de cara a lo que viene; la crudeza de la división de plata.
La despedida de Primera División, al menos por una temporada, sería la que el contexto merece; nuestro templo, lleno hasta la bandera, con la única misión de poner la piel de gallina, haciendo aflorar los sentimientos granadinistas, a propios y extraños a través de una fervorosa animación, culminada al término del encuentro con el famoso «volveremos». La mejor manera de cerrar el descenso y un año de sin sabores es, precisamente, con honores. Sentimos orgullo cuando el Bernabéu atronó por cánticos de grada nazarí, acabando el partido con cinco a uno. Hagamos, pues, que un día ‘para olvidar’ se torne en ‘aliento para resucitar’.
Foto portada: Miguel Ángel Molina (Marca)