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ALCARAZ PONE LUZ AL TÚNEL DONDE DEAMBULABA EL GRANADA.

ALCARAZ PARECE HABER CONSEGUIDO QUE EL GCF NO SEA FÁCILMENTE GOLEABLE, AHORA TIENE UN TRABAJO MÁS DURO CONSEGUIR QUE EL EQUIPO GENERE PELIGRO AL RIVAL.

La mejora defensiva experimentada por el Granada en los dos últimos partidos, en los que sólo ha recibido un gol, y la aceptable imagen ofrecida ante el poderoso Barcelona han hecho recuperar la esperanza al equipo pese a que ha alcanzado las diez primeras jornadas sin victorias y con sólo tres puntos, el peor inicio de toda su historia en Primera División.

Lo dijo Lucas Alcaraz en la rueda de prensa posterior al encuentro del Nou Camp y es la frase que más se repite este domingo en los ambientes futbolísticos en la ciudad de la Alhambra: «El Granada ya empieza a ser un equipo».

Esa es al menos la conclusión más positiva que se saca de la derrota sufrida ante el Barcelona, la séptima en diez encuentros que sufren los rojiblancos en esta Liga pero sin duda la que menos daño ha hecho.

Tras siete partidos con Paco Jémez al frente en los que la defensa nazarí fue un coladero, Alcaraz debutó ante el Atlético de Madrid con un 7-1 en contra que llevó al Granada a colocarse como el equipo más goleado de las grandes ligas europeas.

Justo a continuación, sólo un tanto en contra en dos choques con el empate frente al Sporting de Gijón (0-0) y la citada derrota frente al Barça (1-0).

Una vez que el equipo parece haber logrado el nivel competitivo y defensivo adecuado para estar a la altura de la categoría viene lo más difícil: ganar el número de partidos necesario para sumar en tres cuartas partes de temporada los puntos que necesitas en toda una campaña para lograr la permanencia.

Y es que el Granada sólo ha sido capaz de sumar tres puntos en diez jornadas, por lo que entre lo que queda de primera vuelta y la segunda tiene que hacer una cifra de cuarenta puntos o cercana a ella para tener opciones reales de salvarse.

En esta tesitura el encuentro del próximo sábado contra el Deportivo de la Coruña, oponente directo por la permanencia y equipo situado en la zona baja de la clasificación, se convierte en una final para los nazaríes, pese a que la Liga sólo transita por su primera parte.

Ha recuperado el pulso defensivo el Granada pero sólo ha marcado un gol en sus cuatro últimos partidos, y lleva dos sin acertar como local, lo que obliga también a Alcaraz a centrar ahora su atención en sus hombres de ataque, porque para salvarse tiene que ganar, y para vencer es necesario atinar.

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