Granada CFPORTADA

TRIBUNA ALTA: «SIN COLCHÓN», POR PABLO DOMÍNGUEZ.

Granada Club de Fútbol.
Sección de análisis y opinión del Granada C.F. en Granada Deporte por Pablo Domínguez, (@PabloDgzRg).

CON EL DESCENSO EN LOS TALONES, NUESTRO COLUMNISTA PABLO DOMÍNGUEZ REALIZA UNA RADIOGRAFÍA DE LA SITUACIÓN DEL GRANADA Y DE LA PROPIA CATEGORÍA. LOS DE ALCARAZ NECESITAN PUNTOS CON URGENCIA PARA CERTIFICAR LA CATEGORÍA UN AÑO MÁS.

Fue amarga la derrota ante el Rayo, sobretodo por la forma en la que se produjo. Analizando fríamente el encuentro, el Granada anduvo correcto y serio atrás hasta la expulsión de Brahimi, quien justo antes de marcharse tuvo el 1-0, estrellando el esférico en el larguero.

Los de Alcaraz tuvieron al Rayo donde querían. Sin embargo una amarilla absurda por hablar y otra por una falta innecesaria, retrataron la inmadurez de Yacine. Daba la sensación de jugar acelerado y con cierta ansiedad. De lo contrario no se explica cómo en campo rival y con el resto del equipo ya replegado se comete una falta tan infantil. Todo esto no resta mérito a sus brillantísimas actuaciones ante Elche y Barcelona, significando dos goles suyos seis puntos para el equipo. Al César lo que es del César.

A partir de entonces el Granada desapareció, dando paso a la mejor versión de los de Paco Jémez. Un Rayo Vallecano que juega, vence y convence. Les costó arrancar pero acabaron logrando una holgada permanencia en base a querer generar fútbol a partir de la posesión. Una propuesta valiente que finalmente fructificó.

Puede decirse lo contrario de Lucas. El granadino trata de controlar a sus rivales esperándolos por detrás de la línea de medio campo, en vez de ir a por ellos. Su planteamiento cicatero condena al sufrimiento a un plantel que ha hecho partidos de buen fútbol, lo que hace pensar que hay kilates para más, pero éstos no llegan a brillar.

Lo mejor de la situación son los 37 puntos y los duelos ante rivales directos que presumiblemente debieran certificar la permanencia por tercera temporada consecutiva. Sin embargo hay dos realidades a considerar: la nefasta temporada en casa y la paupérrima segunda vuelta del Granada como visitante. El conjunto nazarí no gana a domicilio desde el 0-2 logrado en Vallecas, de lo que ya se ha completado una vuelta en la que sólo rescató un punto en Getafe.

Descontando la victoria ante el Barça, se han encajado once goles en tres de los últimos cuatro choques. Demasiada sangría para la zaga rojiblanca, más si cabe cuando lo que el míster intenta es defender bien para no encajar. Es lo principal para él. El problema nace cuando no se acierta con la meta rival en las escasas ocasiones consecuencia más de errores rivales que del fútbol propio. Quien perdona, acaba pagando.

El objetivo en las tres jornadas que restan es ganar un único partido que otorgue el pase al cuarto año consecutivo en la élite. Debe valer con lo que tiene esta plantilla, más si cabe cuando aún hay que recibir al Almería e ir a Valladolid. Puntuar en Anoeta será bastante complicado, ganar todavía más.

La incógnita es qué desea Quique Pina para la próxima temporada, suponiendo que se mantenga la categoría. El fútbol de Lucas ha cansado a Los Cármenes que ha llegado a pedir hasta en tres ocasiones la dimisión del técnico. Esto no es porque sí. La afición parece querer decir que desea ver una manera valiente de encarar los partidos. Un perfil semejante a Jémez o Mel, por muy difícil que pudiera resultar el primer tramo del campeonato.

¿Es Lucas capaz de querer el balón y construir juego a partir de la posesión? De ser así que trabaje para ello dado que no ha logrado plasmarlo sobre el césped en el presente campeonato. Los Cármenes no quiere nombres, quiere compromiso e identidad de juego.

En numerosas ocasiones el máximo responsable del club ha afirmado desear crecer con esta entidad. Pues bien, conforme a lo visto esta temporada por este camino, cuesta creer que se irá más allá de la permanencia la próxima temporada. Para aspirar a crecer, futbolísticamente hablando, hay que construir en vez de destruir. Un equipo de corte defensivo tiene techo, en cambio un bloque con mordiente, fútbol y hambre de victorias acabará volando por sí mismo.

Siendo consciente de la filosofía de crecimiento de ir paso a paso que se demuestra desde la entidad, se debe intentar ofrecer más en lo deportivo. Si Lucas sigue, que trabaje por ofrecer más a su afición. No en vano él es el primer aficionado del Granada, siendo éste para él uno de los grandes tal y como declaró alguna vez. De venir otro, la expectativa por parte del respetable será la misma.

Lo cierto es que los equipos de fútbol son fiel reflejo de sus entrenadores. Valga de referencia la realidad del Atlético de Madrid. Fue eliminado el 21 de Diciembre de 2011 por el Albacete que ya estaba en 2ªB, en el Vicente Calderón en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. El global de aquella eliminatoria fue de 3-1 favorable a los albaceteños, lo que desencadenó la destitución de Gregorio Manzano y en consecuencia la llegada de Simeone.

Ocho futbolistas de los que jugaron en el desenlace de aquella eliminatoria, eliminaron el pasado miércoles al Chelsea en la semifinal de la UEFA Champions League. ¿Qué ha cambiado en el Atlético? Básicamente la filosofía de trabajo. De puertas hacia adentro trabajan, trabajan y trabajan creyendo ciegamente en sí mismos. De puertas hacia afuera, humildad sin mirar más allá del siguiente partido.

Salvando las distancias, esto es aplicable al Granada. Cuando el camino se tuerce es porque algo está fallando. La manera de corregirlo es trabajar más, perseverar sobre los errores detectados y persistir hasta corregirlos. A fin de cuentas, la única filosofía que garantiza resultados es esta: trabajar, trabajar, trabajar y seguir trabajando pase lo que pase. No existe mayor secreto; ni en el fútbol, ni en la vida.

Aunque el club regale 3000 entradas, aunque la afición llene el estadio y empuje hasta el final, los únicos que pueden sacar adelante la temporada son el míster y sus jugadores. Nadie más que ellos pueden hacer que esta temporada pase a la historia como una permanencia más en Primera División, o un descenso a Segunda. A cuatro por encima del descenso, dependiendo de sí mismo antes de comenzar la jornada, a falta de nueve puntos por disputar, la clave estará en que el Granada no pierda ante Almería y Valladolid ganando al menos uno de esos dos partidos. De lo contrario el descenso será prácticamente inevitable.

Deja una respuesta