Granada CFOPINIONPORTADA

TRIBUNA ALTA POR PABLO DOMÍNGUEZ: TERCER ESPERPENTO CONSECUTIVO.

PABLO DOMÍNGUEZ NOS REGALA PARA REYES UNA NUEVA COLUMNA DE OPINIÓN EN SU ESPACIO TRIBUNA ALTA, DONDE ANALIZA LA DERROTA DEL GRANADA CF.

TERCER ESPERPENTO CONSECUTIVO

Se suele decir que no hay dos sin tres. Y así fue en la aciaga noche para el Granada Club de Fútbol en el estadio de Los Juegos Mediterráneos. Con la amarga resaca del final de año, los de Alcaraz encaraban su vuelta a la competición con la ilusión de regresar a la senda de la victoria.

Sobre el papel la victoria se presentaba ‘asequible’. Antes del encuentro el Granada llegabacomo el cuarto mejor visitante de la liga con números de Liga de Campeones. El Almería, uno de los equipos como local a los que más les costaba ganar desde el inicio liguero.

A esto, hay que añadir el ambiente reinante en las últimas semanas alrededor del club. Desde este espacio que Granada Deporte me concedió quise echar un capote al equipo, pues lo cierto es que Los Cármenes poco ayudaba. Muy lejos de ser aquel estadio que ganaba partidos.

En cambio en Almería, los mil desplazados recogieron el guante y quisieron establecer un punto de inflexión en la traumática visita a nuestros vecinos. En los tres minutos de descuento hicieron alarde de señorío y granadinismo, del auténtico sentimiento rojiblanco horizontal, apoyando también en las malas al equipo.

El himno del Granada sonó a pleno pulmón de la afición granadinista que acompañó al equipo. El estadio de los Juegos Mediterráneos volvió a ser testigo de lo que sucedió justo hace dos temporadas en el Santiago Bernabéu, cuando ocho mil aficionados del Granada se dejaban la garganta cantándole a los suyos cuando Cristiano Ronaldo anotaba el 5-1 final en aquella mágica noche.

La derrota es dolorosa. No es momento de poner paños calientes. Granada echó en falta la actitud, las ganas, el compromiso, la casta y el pundonor de los suyos. Es lo que clama la afición.

Se puede vencer, empatar o ser derrotado, pero lo que todos entienden es que es inaceptable que un equipo sea barrido del campo por un rival de ‘la misma liga’. Clamorosa falta de actitud.

Esta derrota es una derrota que cuenta igual que lo fue la del Santiago Bernabéu hace dos temporadas, pero esta duele más por ser ante un rival de la misma talla que el Granada, con el cuál el equipo debería haber dado otra imagen.

Hay quien percibe falta de mando de Lucas Alcaraz en el vestuario, cosa que además había percibido antes en la era Pina con Fabri González. No seré yo quien diga que es cierto, pero como opinión ha de ser reflejada.

En conclusión. La afición parece haber recogido el guante de animar más al equipo, lo cuál también es necesario. Por eso mismo es lícito que a la mínima señal de falta de actitud Los Cármenes exprese su malestar, y será lo más normal del mundo.

La afición sólo pide compromiso a su equipo para que a los rivales les cueste hacer gol, lo que convierte a un equipo en rival incómodo para todos. Todo al final, se reduce a eso.

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