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PABLO AGUILAR HACE LAS DELICIAS DE LOS ALUMNOS DEL CAMPUS CIUDAD DE LANJARÓN.

El jugador internacional cierra la visita de profesionales en la tercera edición de un campus ya consolidado en la provincia. Más de 60 niños y niñas han participado en una actividad que se clausura este sábado día 30 de julio.

El jugador internacional de baloncesto Pablo Aguilar ha sido el invitado de lujo con el que se han clausurado las visitas de profesionales al Campus de Tecnificación Ciudad de Lanjarón de baloncesto y fútbol sala, que se ha celebrado durante todo el mes de julio y que se clausura este sábado. Más de 60 niños y niñas han participado en esta tercera edición del campus cañonero, uno de los más concurridos y completos de los que se ofertan en la provincia de Granada.

Pablo Aguilar ha hecho las delicias de los pequeños, que han podido estar junto a uno de los mejores jugadores de baloncesto de España, miembro de la selección nacional y que no puede estar en los Juegos Olímpicos de Río por una lesión en su mano derecha. El jugador del Herbalife Gran Canaria se ha mostrado cercano, simpático y, como indicó tras la visita, “muy contento por estar rodeado de tantos niños, una actividad que me encanta y que siempre disfruto al máximo”. De hecho el propio Aguilar cuenta con Campus propio, lo que no le ha impedido aceptar la invitación del municipio de Lanjarón.

No solo el mejor baloncestista granadino ha pasado este año por el Campus Ciudad de Lanjarón. También lo ha hecho su homóloga femenina, Belén Arrojo, que este año repitió visita tras las buenas sensaciones que se llevó el verano pasado. Otros profesionales de la talla del jugador Héctor Manzano o del entrenador Quique Gutiérrez también impartieron clases magistrales en esta edición.

Y en cuanto a fútbol sala, han pasado por las instalaciones deportivas cañoneras jugadores y entrenadores de la talla de José Raya, Rocío Gómez, Rafa Romero o Antonio García.

El concejal de Deportes de Lanjarón, Juan Manuel Jiménez, destaca la “consolidación de un proyecto que nació con gran ilusión hace tres años y que a día de hoy mantiene intactas las ganas de crecer, como de hecho estamos haciendo”. A su juicio, “el mejor indicativo de que las coas se hacen bien y se cumplen los objetivos del campus es que los padres de los niños y niñas nos trasladan opiniones muy positivas y que los chavales aprenden y se divierten a tope”.

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