EL GRANADA CF SE AHOGA EN ANOETA POR SUS PROPIOS ERRORES, 3-0.

EL GRANADA CF VOLVIÓ A COMETER ERRORES, QUE PARECÍAN PASADOS EN LAS ULTIMAS JORNADAS, Y FUE SUPERADO CON CLARIDAD POR LA REAL SOCIEDAD QUE SIGUE AL ALZA EN LAS ÚLTIMAS JORNADAS. LOS DE SANDOVAL QUE EMPEZARON BIEN SE DILUYERON TRAS EL PRIMER GOL. MALAS SENSACIONES EN LA AFICIÓN ROJIBLANCA YA QUE EL EQUIPO SIGUE EN DESCENSO.

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Ficha técnica:

3 – Real Sociedad: Rulli: Elustondo, Mikel, Diego Reyes, Yuri; Illarramendi, Pardo (Bergara, min. 76), Xabi Prieto; Oyarzabal (Héctor, min. 88), Vela y Jonathas (Bruma, min. 67).

0 – Granada: Andrés Fernández; Foulquier, David Lombán, Ricardo Costa, Biraghi; Rubén Pérez (Doucoure, min. 74), Fran Rico, Isaac Success, Rubén Rochina, Peñaranda (Cuenca, min. 63); El-Arabi (Barral, min. 63).

Árbitro: González González (Comité Andaluz). Amonestó a Illarramendi, Doucoure y Foulquier.

Goles: 1-0. min. 20: Oyarzabal. 2-0: Jonathas, min. 45. 3-0, min. 60: Oyarzabal.

Incidencias: Encuentro disputado en el estadio de Anoeta ante 19.591 espectadores. Trombas de agua intermitentes a lo largo del partido.

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El conjunto de Sandoval sucumbe de manera clara en Anoeta ante una Real Sociedad que no paso apuros ante los rojiblancos, y que con dos goles de su joven Oyarzabal, mejor que nuestras ‘estrellas’ Success y Peñaranda y otro de Jonathas, permite a los de Eusebio Sacristán confirmar su notable mejoría que le aleja de la zona roja de la clasificación donde una semana más permanecerán los rojiblancos por méritos propios.

La situación es comprometida para los rojiblancos, tras los cinco fichajes invernales y la buena imagen mostrada en El Madrigal y en Los Cármenes ante el Real Madrid, el equipo volvió a las andadas, y las criticas, especialmente en las redes sociales, vuelven a mirar al banquillo rojiblanco y a sus jugadores, que tienen el ‘honroso’ merito de ser el equipo más goleado de Primera División con 49 goles.

Errores defensivos, mala circulación de balón y una pasividad y falta de agresividad en los jugadores que han encendido las alarmas de la afición, ya que al menos reclaman que los suyos muestren en cada partido, tanto fuera como en casa y tanto ante los grandes como los pequeños, carácter, agresividad y ganas de ganar aunque el partido se ponga adverso, hoy se ha notado otra vez, el tercer gol es un ejemplo, cierta falta de entrega.

Este Granada CF es el típico equipo que a la vista da la sensación de incluso jugar bien, de tener individualidades y de poder sacar adelante cualquier partido que se proponga, pero esa sensación es solo eso, una percepción que no ocurre con asiduidad y pequeños detalles a nivel defensivo terminan condenando al equipo y quien sabe si con el paso de las jornadas condenandolo a un posible descenso. Nos guste o no, el fútbol en Primera División para equipos pequeños con el Granada CF deben tener una consistencia defensiva para a partir de aquí prodigarse en ataque, es poco vistoso sí, pero es funcional, algo que solo Lucas Alcaraz supo imprimir al equipo, y donde a lo largo de una temporada se forjan los puntos necesarios para que las cuentas a final de temporada den para conseguir la permanencia.

Por eso hoy el Granada CF ha perdido, por esa falta de consistencia, la velocidad de sus jugadores de arriba y la capacidad de un buen pasador como Rochina debería ser un arsenal ofensivo suficiente para ganar partidos con una defensa fuerte, pero la rojiblanca no la es, y no solo por culpa de la zaga sino como dicen los jugadores al acabar los partidos, atacan y defienden todos, y el tema defender es materia suspensa esta temporada, el Granada no es un equipo compacto ni de lejos.

Hoy ha tenido diez minutos o incluso quince iniciales donde su futbol parecía ser positivo, y daba lugar a pensar en positivo, pero una buena triangulación txuri urdin, acabó con un disparo de Xavi Prieto al palo, tras el rechazó, un centro desde la derecha lo remataba un joven de 18 años, Oyarzabal, con Foulquier encima y con Andrés Fernández en su palo, el balón entró por el poco espacio que había, 1-0 y fin de la historia rojiblanca.

El tema de la portería rojiblanca tiene debate, pero no tener un segundo de garantías, Kelava en Copa no parecía discutir el puesto a Andrés, y el recién llegado parece que tampoco, hace que la confianza tenga que ser ciega en su actual inquilino, aunque minutos después del gol, una indecisión en una falta lateral con un balón muy colgado, casi permite que Elustondo haga el segundo para los realistas.

Success desquiciado sin poder crear peligro ante la buena defensa local, Peñaranda perdido y El Arabi, en su línea, no eran sujetos peligrosos para los locales, que antes del descanso disfrutaron del segundo gol, un buen remate de Jonathas que cazó perfectamente un centro del mexicano Carlos Vela, 2-0, y a vestuarios.

Sin cambios, saltó el Granada a recortar diferencias, y a punto estuvo de hacerlo El Arabi en el minuto 53 cuando se plantó solo ante Rulli, en una acción en la que el argentino adivinó su intención y despejó en el último momento el inminente peligro para su puerta, una de las grandes lacras de los rojiblancos, no aprovechar las poquísimas ocasiones que tienen, Barral estaba en el banquillo, luego tuvo los minutos de la basura.

Pero el agua que caía en Anoeta terminó de ahogar a los rojiblancos, con una pasividad clamorosa en banda izquierda permitieron que el partido quedara definitivamente resuelto para los de San Sebastián con otra gran jugada de Carlos Vela que la rubricó Oyarzabal para hacer el tercero para los blanquiazules, rematando un balón atrás del mexicano, la defensa rojiblanca ni estaba ni se le esperaba, y una parada del portero, un quimera.

Tres goles en contra de nuevo y el fantasma de una goleada de nuevo planeo sobre la afición local, hubo cambios a partir de aquí, ¿para qué?, pensaron algunos, debutó Cuenca, entró Barral y apareció de nuevo el chico francés de los diez millones Doucouré ‘Dux’ que hasta vio una amarilla, pero no cambió nada.

Solo al final, el Granada pudo hacer el gol de la honra con una lanzamiento de falta de Fran Rico que se estrelló en el larguero de la portería de Rulli, el rechazó curiosamente desde la frontal lo envió Rochina otra vez al larguero, tamborrada final rojiblanca que no se tradujo en gol.

Al final alegría donostiarra y decepción en la parroquía granadinista, que tenía muchas esperanzas puestas en este partido, donde los últimos finales de temporada el equipo había conseguido puntos vitales, pero donde hoy se ha dejado tres importantes y lo ha devuelto al pozo oscuro de donde parecía haber salido en las últimas jornadas, soluciones hay pocas, y el choque ante el Valencia puede ser un plebiscito total para equipo y cuerpo técnico.