EL ‘B’ PECA DE INOCENTE ANTE UN MÉRIDA MADURO, 1-1.

LOS CACHORROS ROJIBLANCOS SE ADELANTARON CON UN GOL DE MATHEUS EN LA PRIMERA MEDIA HORA DE PARTIDO, AUNQUE MORGADO A FALTA DE QUINCE MINUTOS PARA EL FINAL ESTABLECIÓ LA IGUALADA. SE ESCAPAN DOS PUNTOS POR INEXPERIENCIA. ADEMÁS NICO CAE LESIONADO.

ÁREA11.-No hay quien descabalgue a un Mérida que continúa aferrado a la primera posición de la tabla. Tuvieron que sufrir, no obstante, los emeritenses para igualar ante un Granada B que es de los conjuntos más aguerridos y talentosos de toda la competición. Matheus adelantó al filial nazarí antes de la media hora de juego, mientras que ya en el tramo final fue Morgado el que empató tras una jugada de oportunista.

[pullquote] FICHA TÉCNICA: 

Granada CF. B: Dimitrievski; Corozo, Pawel (Uche, 75´), Carmona, Brian; Sulayman, Nico (Nabil, 38´), Boateng, Denilson; Matheus (Jafar, 80´), Navarrete. 

Mérida AD: Raúl Moreno; Borja Romero, Zamora, Morgado, Jonhy; Javi Chino, Joaqui (Jesús, 90´), Borja, Iván (Gonzalo, 50´); Taranilla (Elton, 65´), Pedro Conde. 

GOLES: 1-0 (21´): Matheus. 1-1 (74´): Morgado.

ÁRBITRO: Pérez Muley, del colegio madrileño. Amonestó al local Brian, así como al visitante Javi Chino.

CAMPO: Encuentro correspondiente a la séptima jornada de liga en el grupo IV de Segunda División B disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes ante unos 400 espectadores aproximadamente.

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Ambos conjuntos protagonizaron un encuentro muy vistoso, con ocasiones y fases de juego para cada uno, en donde cualquiera pudo haber ganado El filial expuso una mayor pegada pero el cuadro emeritense aprovechó esa circunstancia para buscar la igualada.

Después de cosechar la primera derrota de la temporada ante el Almería B a domicilio la pasada jornada, llegaba el cuadro local a u difícil compromiso ante el Mérida. Actual líder del grupo a pesar de ser un conjunto recién ascendido. Precisamente sobre el césped se vio realmente el motivo de esa ‘sorprendente’ clasificación. Con un bloque muy bien armado y conservando la base que le dio un excelente rendimiento la pasada campaña para dar el salto de categoría, los emeritenses demostraron una gran organización tanto para jugar con el balón como para defenderse. Sin contar con la chispa y el descaro como para no amilanarse con un marcador en contra y buscar un mejor resultado. Mimbres más que suficientes y necesarias para todo aquel equipo que busca al menos codearse en los puestos de privilegio de la tabla.

El filial por su parte volvio a cometer errores del pasado. No materializar las acciones y sobre todo matar los partidos cuando el rival comienza a verse desbordado. En fútbol, como en la vida, nadie regala nada, y hasta el rabo todo es toro. La falta de templanza para saber conducir un partido según la fase o actitud que muestra el contrario es clave. De un equipo filial pedir esto es casi como buscar un imposible. Falta madurez. Pero no descaro y habilidad. Ni mucho menos ambición. El partido estuvo muy vivo y abierto en todo momento y tan solo la falta de puntería o un mayor ritmo de juego con el marcador a favor fue lo único que se interpuso entre la victoria y el filial granadino.

No obstante el espectador pudo admirar un choque, en el que los contrincantes dejaron muy a las claras que quieren que la zona noble de la clasificación sea su hábitat natural este año. El tiempo lo dirá. Pero tras lo visto hoy a pocos les quedarán dudas de que puede ser más que probable que ese deseo se convierta en realidad.

PRIMER TIEMPO

Los primeros minutos de tanteo no dejaron nada claro quién sería el auténtico dominador del choque. El filial rojiblanco buscaba llevar las manijas y el ritmo del encuentro, sin embargo el equipo emeritense no se amedrentó y también trató de llevar el peso de la bola con llegadas por dentro y por la banda zurda. La portería más acosada resultó ser la del cuadro local, aunque sin pasar apuros excesivos. Denilson rompió esta tónica con un latigazo desde el pico del área al primer palo en donde Raúl Moreno tuvo que lanzarse al piso para repeler el cuero.

El dominio se volvió más alterno y la banda derecha rojiblanca comenzó a mostrar mayor velocidad. El Mérida se amilanó durante algunos minutos pero el peligro blanquinegro no cesaba. Las pérdidas en el centro del campo y las concesiones las aprovechaban los jugadores visitantes para poner en peligro la meta granadinista. Pero esta circunstancia también la aprovechó el equipo dirigido por José Miguel Campos, que golpeó primero en el marcador. Boateng aprovechó un robo en línea de tres cuartos para servir el esférico sobre la posición de Matheus que definió como un auténtico delantero centro mandando la bola a la escuadra donde fue imposible para que Raúl Moreno llegara.

El cuadro de Ángel Alcázar no encajó excesivamente bien el gol y cedió todo el dominio al equipo local. Las contras y las salidas en velocidad comenzarón a ser la principal arma de los granadinos que comenzaron a bascular la bola y comenzar a entrar por ambas bandas buscando el desborde y los espacios generados con los cambios de orientación. Una enorme salida de Denilson, que galopó por la banda para dar un pase preciso sobre Brian que le pegó duro al palo corto pero el cuero se marchó al lateral de la red.

Un lanzamiento de Denison desde lejos a punto estuvo de sorprender de nuevo al arquero visitante. El partido avanzó sin que se produjeran grandes llegadas hasta el descanso pero con un Mérida que si se sacudió la presión rival para ponerle chispa a los compases finales del primer acto, en donde adelantó líneas y que con los acercamientos de Pedro Conde pusieron en apuros la meta rojiblanca. Los rojiblancos sufrieron además un serio contratiempo al caer lesionado Nico en una carrera, al parecer con una rotura fibrilar, y tener que ocupar su posición Nabil, ya en la recta final de la primera mitad.

REACCIÓN DEL MÉRIDA.

La reanudación trajo un juego menos incisivo. La ventaja rojiblanca, aunque exigua, no suponía una necesidad para buscar el tanto, y por su parte el Mérida, con un cambio táctico pasando a incluir dos delanteros natos cerró espacios en banda para evitar el desborde y las jugadas a la contra. Una rápida acción de Denilson por la zona zurda del área estuvo cerca de convertirse en el segundo si Matheus hubiera acertado sobre la meta.

El nuevo esquema y la presión emeritense comenzaron a surtir efecto en el equipo extremeño que comenzó a jugar balones para que Pedro Conde probara suerte sobre el arco del cancerbero macedonio, con un ar de lanzamientos muy cercanos a la escuadra. El partido comenzó a romperse y a pasar a ser un correcalles, en donde apenas existía un centro del campo claro y por el que circulara el balón. A la contra los locales, con un Denilson muy intenso, mandó un disparo seco y raso que Raúl Moreno no pudo blocar y que Matheus tampoco acertó en el rechace en primera instancia ni Nabil en segunda, demostrando el portero emeritense unos reflejos felinos.

La siguiente acción corrió a cargo del Mérida que tras colgar un balón que no pudo ser repelido por la zaga rojiblanca y en donde Pedro Conde no pudo enviar a portería un balón que se quedó franco para un disparo claro que no aprovechó el atacante, ex del Granada B.

Tanto estaba llegando el cántaro a la fuente que se terminó por romper. La entrada de Elton dio aun más profundidad a la parcela ofensiva visitante y en un córner forzado por este, el rechace de la zaga lo aprovechó el cuadro blanquinegro para devolver el balón por arriba al punto de penalti en donde Morgado rebañó la bola para alojarla cercana a la escuadra.

El encuentro se rompió de forma definitiva. Los extremeños no se contentaban con la igualada y los rojiblancos hacían lo propio. Denilson desde la corona del área lanzó un zapatazo que hizo estirarse al arquero para impedir el segundo tanto del Granada B. Más tarde Nabil lanzó dentro del área por encima de la escuadra. Con las espadas por todo lo alto, el Granada B se marchó con mayor ahínco buscando la victoria, aunque la escuadra de Ángel Alcázar también comenzó a jugar sus bazas para llevarse el triunfo con un orden exquisito, aunque ya el marcador no se movería.