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DIEGO MARTÍNEZ: «TENEMOS EUFORIA CERO Y CONCENTRACIÓN MÁXIMA».

El entrenador del Granada, Diego Martínez, advirtió este miércoles de que su equipo va a tener que hacer el jueves «un partido perfecto» en el campo del Nápoles, en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League para «poder pasar de ronda», pese a la ventaja de 2-0 que trae del encuentro de ida.

El técnico, en la conferencia de prensa previa al partido, reconoció que están viviendo «un momento único e histórico para disfrutar», aunque es consciente de que les espera «un partido muy difícil» ante un Nápoles que les va a «exigir muchísimo» porque es «un equipo con mucha calidad, muy fuerte, más aún como local, y con experiencia en estas competiciones».

«Las emociones son únicas y especiales por la magnitud del estadio y el gran equipo que hay enfrente por prestigiohistoria títulos, pero tenemos que reenfocar esas emociones en ilusión y poner el foco en cada acción del juego», destacó.

«Sabiendo desde ya que esto es un éxito, tenemos que intentar dar nuestro mejor nivel individual y colectivo, como hicimos en el partido de ida, porque lo vamos a necesitar. Queremos jugar el partido para ganar y dando respuesta a lo que nos proponga el Nápoles«, añadió el preparador de la formación andaluza.

Pidió «olvidar» el 2-0 de la ida porque lo del jueves es «la continuación de un partido de 180 minutos», dejó claro que «ni un granadinista tiene euforia» porque cuentan con «las mismas posibilidades de pasar que antes de empezar la eliminatoria» e insistió en que están con «euforia cero y concentración máxima«.

«Queremos tener personalidad, ser lo más parecido posible a nuestra mejor versión, ser el equipo que hemos sido durante mucho tiempo para poder llegar hasta aquí», sentenció el entrenador del Granada.

Diego Martínez informó de que no se ha recuperado a tiempo de poder jugar el medio Luis Milla y que aún no sabe si podrán estar el centrocampista venezolano Yangel Herrera y el delantero Roberto Soldado, aclarando que «si llegan, lo harán en unas condiciones muy justas».

El técnico quiso «agradecer la predisposición y la voluntad de todos los jugadores para recuperarse y arriesgar», declaró que van a necesitar «la energía de todos» y pidió a los aficionados que «se pongan la camiseta rojiblanca horizontal en casa y animen» porque «seguro» que con ellos son «más fuertes».

No ocultó que la sensación en la expedición rojiblanca es «de alegría, de emoción y de ayudar desde donde toque» y se quiso acordar de «los más veteranos del club que hacen una labor oscura» porque representan «a los miles de granadinistas que están emocionados y a los que les gustaría poder estar aquí».

El preparador, que llegó al Granada con el equipo en Segunda, es consciente de que «ni el más loco de toda la ciudad» hubiera imaginado cuando se unió al equipo que se iba a jugar dos años y medio después el pase a los octavos de final de la Europa League en Nápoles.

«El único objetivo era llegar a diciembre sin que me cortaran la cabeza, cuando llegué al Granada era un banquillo bastante caliente en cuanto a entrenadores», comentó al respecto con un tono distendido.